miércoles, 28 de abril de 2010

Málaga como candidata.

Málaga, por su acervo cultural de unos dos mil quinientos años de historia, por su situación estratégica como ciudad mediterránea extremo natural de puente con África, por su modernidad y desarrollo actual, por su normalizada oferta cultural, por el carácter pluricultural de su ciudadanía, por sus infraestructuras de comunicaciones, por su capacidad de alojamiento hotelero, y por su reconocimiento como destino turístico, podría ser la aspirante ideal para ser designada Capital Europea de la Cultura 2016.

Es muy evidente que, para Málaga, optar a la designación de Capital Europea de la Cultura 2016 es una oportunidad única. La ciudad podría obtener importantes beneficios sociales, culturales y económicos, así como el acometer una transformación hacia una ciudad de la cultura: una ciudad que creará cultura, ofertará cultura y consumirá cultura. Y con esta realidad, Málaga podría presentarse al mundo como un verdadero destino turístico de cultura.


Nuestra ciudad ha recuperado el progreso que ya tuviera en el siglo XIX, instaurándose como el motor económico de Andalucía. Las expectativas de crecimiento de la Costa del Sol, la han convertido en centro de grandes inversiones. La mejora de las infraestructuras viarias, la ampliación del aeropuerto, la llegada del AVE a la ciudad y la nueva estación de RENFE, así como el proyecto del puerto, convertido además en punto de atraque de grandes cruceros, contribuirán a la expansión del área metropolitana.

La rehabilitación del centro histórico y la creación de nuevos espacios que sustituyan a otros viejos, ya degradados, es también una apuesta por el desarrollo urbano, desarrollo que se verá favorecido por el asentamiento progresivo de residentes de numerosas nacionalidades. Una ciudad dinámica, impulsada por la presencia de la Universidad y de las nuevas tecnologías presentes en el Parque Tecnológico de Andalucía. Una ciudad que aspira ser una gran metrópolis, metrópolis de alta calidad medio-ambiental, con la recuperación de espacios naturales y la mejora del medio ambiente urbano.

Málaga quiere ser ciudad del arte y de la cultura, para beneficio de los malagueños y para recuperar su importante legado histórico. Debe continuar y seguir creciendo como ciudad turística y sobre todo porque quiere seguir siendo la ciudad del paraíso, aquella ciudad cantada por el poeta, canto que no es un sueño poético o metafórico, es una realidad evocada por la luz, el clima, el paisaje y la hospitalidad de sus gentes, Es una ciudad europea cruce de culturas. En definitiva una ciudad que sueña y anhela reconciliarse con su historia y su pasado, contribuyendo al desarrollo futuro de una de las primeras y mejores ciudades del Mediterráneo.



Para terminar les recuerdamos que en la web de la Asociacion de Ciudades Candidatas ofrece a sus visitantes una encuesta en la que se puede votar por la Capitalidad Europea de la Cultura para el proximo 2016, aunque la encuesta tiene un caracter no vinculante es un bonito gesto de apoyo a la cantidatura de Málaga 2016. Ademas en el gadget final de este blog, pinchando en la imagen accederemos a la pagina oficial de la candidatura donde podremos firma nuestra adhesión a la candidatura de Málaga . Desde aquí animamos a todos a votar y a firmar dicha adhesión.



Capital Europea de la Cultura, gran evento cultural para una ciudad

La designación de una ciudad europea con la distinción de Capital Europea de la Cultura es la más importante nominación oficial que una ciudad puede conseguir en el ámbito de la cultura.

La acción comunitaria de la designación de una ciudad como Capital Europea de la Cultura nace en el año 1985, por iniciativa de Melina Mercouri, Ministra de Cultura de Grecia, representante en el Consejo de Ministros de la Unión Europea. El título fue concebido para contribuir al acercamiento de los pueblos europeos.

Hasta el año 2004, las ciudades europeas de la cultura eran designadas sobre la base intragubernamental; los estados miembros seleccionaban unánimemente las ciudades más aptas para organizar el evento, el cual era patrocinado por la Comisión Europea, que garantizaba una ayuda para la ciudad escogida cada año. A partir de 2005, según lo establecido en la Decisión 1419/1999/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de mayo de 1999, por la que se establece una acción comunitaria en favor de la manifestación “Capital europea de la cultura” para los años 2005 a 2019, las instituciones europeas toman parte en el procedimiento de selección de la ciudad que será nominada para organizar el evento. Es por tanto la Unión Europea, mediante Decisión del Parlamento y el Consejo, la que otorga anualmente a ciudades de los Estados miembros y de terceros países la distinción de Capital Europea de la Cultura.

El objetivo de esta Decisión de la Unión Europea es que cada año una ciudad de un Estado miembro, con un especial programa de actividades culturales, asuma el compromiso de resaltar la riqueza, la diversidad y los rasgos comunes de las culturas europeas, así como de contribuir a un mejor conocimiento mutuo entre los ciudadanos de la Unión Europea. Según lo establecido en a Decisión 1419/1999/CE, en el año 2016 corresponderá a una ciudad española ser Capital Europea de la Cultura, debiendo las ciudades interesadas presentar su candidatura en el mes de julio del año 2010.

Desde la primera celebración de la Capital Europea de la Cultura en Atenas, en el año 1985, ha ido creciendo el prestigio que significa para una ciudad ser designada Capital Europea de la Cultura. El número de visitantes que han conseguido atraer las ciudades designadas, evidencia la importancia que el título tiene entre los europeos y el atractivo que le da a las ciudades, lo que le ha devenido a éstas un importante impacto cultural y socioeconómico.

El carácter duradero de la manifestación Capital Europea de la Cultura es uno de los desafíos importantes de la nominación: no se debe considerar la manifestación como un fin; se trata más bien de un trampolín o un catalizador para alcanzar un objetivo a largo plazo. Las ciudades candidatas deben ser conscientes de que el coste de la organización de un acontecimiento de este tipo no permite considerarlo como un acontecimiento puntual, sin considerar una visión a más largo plazo.



Nuestra Málaga

La ciudad de Málaga se encuentra situada en un privilegiado enclave natural. Su término municipal tiene una superficie de 398,25 kilómetros cuadrados y su población de hecho en el área metropolitana alcanza el millón de habitantes.

Los factores ambientales y geográficos que han incidido de un modo más notorio en el desarrollo y evolución de la ciudad han sido la influencia marina, la ubicación del municipio sobre dos valles fluviales (Guadalhorce y Guadalmedina), su orografía y su régimen climático.


El mar Mediterráneo baña sus costas, y los montes de Málaga la circundan, conformando una barrera montañosa que la defiende del frío, caracterizándose su clima por sus suaves temperaturas gracias al papel del mar como regulador térmico. Los meses más cálidos son julio y agosto, y los más fríos suelen ser diciembre y febrero, con una temperaturas media de 22,8º C de máxima y 13 º C de mínima. La distribución de las precipitaciones en Málaga está bastante bien definida por las estaciones del año, correspondiendo la mayor pluviosidad al otoño y al invierno.

En la desembocadura del río Guadalhorce se han ido formando, merced a los aportes fluviales sedimentados, las conocidas como "marismas del Guadalhorce". En la actualidad ocupan una extensión de 60 hectáreas, y han sido declaradas Paraje Natural en 1989. El otro río que ha intervenido decisivamente en la historia de la ciudad es el Guadalmedina, en árabe "el río de la ciudad". Tiene 47 kilómetros de longitud, y recibe la mayor parte del agua de los aportes que le llegan desde los Montes de Málaga.

Los Montes de Málaga han sido declarados Parque Natural en 1989, con lo que ello supone de una mayor protección de los mismos. La zona protegida comprende 4.762 hectáreas, de las que un 97 % pertenecen al municipio de Málaga. Su orografía es abrupta, con una altura media de 500 metros. Su origen vegetal arbóreo se sitúa en las repoblaciones hidrológico-forestales realizadas a partir de los años 30. En él podemos encontrar más de 230 especies vegetales y más de 160 vertebrados.